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Edema Macular

Edema Macular

¿QUÉ ES?

El edema macular, consiste en la acumulación de líquido en la mácula, que es la parte más importante de la retina, puesto que es la responsable de la visión central y de detalle. Esta enfermedad, es una complicación frecuente en patologías como la retinopatía diabética, DMRE, la uveítis, las trombosis venosas retinal, los tumores intraoculares o de retinitis pigmentos; también, puede aparecer en el postoperatorio de algunas cirugías oculares o asociada al uso de determinados fármacos. Es una enfermedad que suele ser indolora y pocos sintomática inicialmente, sin embargo, a medida que la enfermedad avanza, el paciente va notando pérdida de agudeza visual, visión borrosa, percepción descolorida, así como distorsión de las imágenes; generalmente la progresión es lenta, aunque en ocasiones puede manifestarse de forma brusca y repentina, como por ejemplo en el caso de una trombosis de la vena central retinal. Al verse afectada la mácula, puede tener un importante impacto en la calidad visual del paciente como la dificultad en reconocer rostros, conducir, leer, coser etc.

¿Por qué se produce?

Se produce debido al escape de fluido de los vasos sanguíneos retinianos ya sea porque están dañados o son anómalos, como consecuencia de la extravasación de líquido, la mácula se engruesa y se inflama, lo que provoca la degeneración progresiva de los fotoreceptores.

¿Cómo se puede prevenir?

Dado que el edema macular está asociado en muchas patologías vasculares, se recomienda adoptar hábitos de vida saludables que eviten factores predisponentes como la hipertensión arterial y el exceso de colesterol. Para minimizar el riesgo de que se genere un edema macular, las personas con diabetes deben incidir en un buen control metabólico, teniendo en cuenta que esta complicación puede aparecer en cualquier fase de la retinopatía diabética.

Tratamiento

Existen diferentes opciones para tratar el edema macular, el tratamiento a aplicar es determinado en función del paciente, las causas, y el tipo y grado de severidad de la patología; en los casos más leves, puede ser suficiente la prescripción de colirios, en otros casos pueden aplicarse inyecciones intravítreas de fármacos ya sea antiangiogénicos o corticoide, y en otros puede ser necesaria la aplicación de láser (fotocoagulación) para “sellar” los puntos. finalmente, en aquellos casos de mayor gravedad, puede ser necesario recurrir a la cirugía y practicar una vitrectomía.

Es importante realizarse controles oftalmológicos periódicos que permitan estudiar exhaustivamente el fondo de ojo y sus vasos sanguíneos para detectar de forma precoz el edema macular.

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