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La blefaritis o comúnmente conocida como caspas en las pestañas es una inflamación irritativa en el borde del párpado que suele presentar caspas por un mal funcionamiento de las glándulas de Meibomio que están en el interior de los parpados y que producen la lagrima grasa para que esta sea más estable y se mantenga correctamente en la superficie del ojo. Puede favorecer la aparición de orzuelos y puede estar asociada a otros trastornos como la rosácea, la dermatitis o la psoriasis.

Hay varios tipos de blefaritis y las causas pueden variar en función del que corresponda:

Blefaritis anterior: Afecta a la zona de las pestañas o parte externa del borde palpebral, puede aparecer un exceso de grasa, por la proliferación de bacterias o por el ácaro microscópico Demodex. En los casos asociados a trastornos cutáneos como la dermatitis seborreica se puede llegar a dar la vuelta al párpado, hacia dentro (entropión) o hacia fuera (ectropión) lo que puede llegar a provocar la formación de una úlcera en la córnea.

Blefaritis posterior: Aparece donde los párpados se encuentran en contacto con el ojo (parte interior del borde palpebral) por un mal funcionamiento de las glándulas de Meibomio que se pueden obstruir formando orzuelos o chalaziones.

Blefaritis mixta: Aparece por la congestión de secreciones en el borde del párpado propia de la blefaritis posterior e infección bacteriana significativa de la blefaritis anterior.

Blefaritis escamosa: Aparecen escamas o caspa en la base de las pestañas, por lo general secas.

Blefaritis seborreica: Acumulación excesiva de grasa en el borde de los párpados.

Los síntomas de la blefaritis suelen ser: Ojos llorosos, enrojecimiento y/o inflamación en los párpados, sensación de cuerpo extraño en los ojos, ardor y/o escozor en los párpados, caspa en la base de las pestañas, legañas o costras al despertar, parpadeo muy frecuente, sensibilidad a la luz, pestañas que crecen desviadas, pérdida de pestañas.

Por lo general, la blefaritis se resuelve manteniendo una buena higiene de ojos y párpados, lavándolos a diario y aplicando, cuando está presente la inflamación, compresas tibias. Si hay infección se pueden pautar antibióticos tópicos. La inflamación puede requerir fármacos antiinflamatorios. Mantener una buena higiene de los ojos y de los párpados puede prevenir la reaparición de este trastorno ya que la blefaritis nunca desaparece por completo.

El tratamiento dependerá de la fase en la que se encuentre el paciente, pero inicialmente suele consistir en calor local y masajes en el párpado durante mínimo 5 minutos e higiene diaria del borde palpebral y las pestañas con productos específicos (jabones o toallitas oftálmicas) con el fin de eliminar el exceso de grasa. En ocasiones se recomienda seguir una dieta rica en ácidos grasos Omega 3 o suplementos nutricionales que lo contengan debido a sus propiedades antiinflamatorias. No es aconsejable el uso de maquillaje, sobre todo en casos de inflamación aguda. Principalmente se desaconseja el uso de delineadores y máscara de pestañas por estar en contacto directo con la zona afectada.

Puedes contactarnos para más información.

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